Manicomnio para dos

" Qué buen insomnio si me desvelo sobre tu cuerpo" . M.B. (d.e.p)

¿Cómo comenzó?, ni siquiera yo conozco esa respuesta,
fue ¿hoy?, tal vez ¿ayer? ¿hace un mes?
quizás ¿5 años?.. ¿ochoo?
hace dos vidas, un instante y treinta reencarnaciones,
no lo sé, pero al final del día tú y yo nos encontramos.
La vida se empeña en coincidencias que parecen azarosas
tu amor platónico del kinder
es mi vecina de la recamara de al lado
y mi mejor confidente,
Cada vez que intento presentarte a alguien
resulta ser tu amigo de la infancia
y por si fuera poco, el que me roba el sueño
es parte de tu árbol genealógico.
Antes me parecía misterioso y emocionante
era divertido descubrir cuánto tenemos en común.
Luego, el tiempo pasó, y de pronto los dos caminamos
en contrarias direcciones, pero mientras más lejanas
más cercanos nos volvimos.
El mundo gira y tú y yo parecemos una órbita en deredor
que sin quererlo ni pensarlo,
se eclipsa cada cierto tiempo.
Ya una vez causamos un solsticio de verano,
el más breve e intenso de todos los tiempos,
pero para variar un poco en los cuentos de hadas
la más fatal y mortífera coincidencia de ambos dos
es el temperamento de un escuincle con cero tolerancia
a la frustración... y como era de esperarse, se arruinó.
¿fuiste tú?, ¿fuí yo?, ¿acaso importa?
De cualquier forma, bastó una etilica llamada para
ligar nuestros caminos otra vez.
Pero como aquella frase del río,
nada es igual, el tiempo corre de prisa
y hace de las suyas,
ya no somos niños jugando a descubrir el mundo
ahora el mundo se presenta ante mis ojos
mientras tu espías por la rendija,
la luna nueva se enrojece ante el crepúsculo
los botones ensordecen hasta deshojar la flor
y tú pronuncias sórdidas y descaradas palabras
con tan solo una mirada.
Sí, tu mirada, tan profunta, tan helada,
esa mirada que traspasa hasta mi escondite más profundo
ahí, dónde sólo hay secretos guardados para ti.
Tu imaginación sin limites y mi curiosidad desbordada
hacen de cada escena un algo exquisito,
siempre dejando en espera de más.
Y cada noche que pasa, tu voz y mis sentidos
construyen las paredes de un recóndito lugar
... el manicomnio para dos...