martes, 21 de noviembre de 2017

Habitantes

"Porque eres un cielo lleno de estrellas, y yo quiero entregarte mi corazón" -Coldplay


"..y en mundos más allá  o en mundos venideros 

nos echaremos de menos o envejeceremos a la vez " - Bunbury



     Es mitad del otoño y un viento gélido atraviesa mis mejillas. Un escalofrío recorre mi cuerpo hasta los huesos; de inmediato volteo a ver mis manos que por lo regular están congeladas, pero está vez, me sorprende  un roce cálido haciéndoles compañía. Levanto la mirada y me encuentro con un rostro gentil, un poco absorto y distraído. Te observo con sutileza, y trato de grabar cada detalle de tus gestos en la memoria. Pareces un niño, estás emocionado porque el bar donde pasaremos el rato está cerca de un portal. Sonríes, y no puedo evitar robarte un beso. Tratas de darme calor con tus manos, el mesero toma la orden y en el fondo se escucha un poco de jazz, seguido de una variedad de ritmos y artistas callejeros, fuimos desde José José hasta Zoe y creo que hasta algo de los Ángeles Negros.  El lugar no es nada espectacular, la comida tampoco. El barrio no es un 5 estrellas, pero tiene ese algo, un aire a cotidiano que nos ha cautivado. Quizás fueron los grafittis o el ponche de 10 pesos,  pero hemos prometido regresar más de alguna vez por uno de esos pulques diluidos, y sobretodo a aquella tienda de los tesoros que hemos descubierto sin quererlo. El día casi termina y yo quisiera detener al tiempo, mientras lo veo morir entre tus brazos. Nuestras miradas se dicen todo, tus besos fugitivos encuentran la libertad entre mis labios y tus manos sin prisa me prodigan su ternura. Hay un destello de luz en tu mirada que me atrapa. En un instante fugaz el alma se me escapa; cierro los ojos y me invade la calma, nunca antes me había sentido así. Tus brazos son mi hogar y mi amor es tu huésped, tu piel me habita, puedo sentir tu aliento y alcanzamos la perfecta sincronía. ¿Entonces de eso se trata? .. Estoy feliz, me siento plena y tranquila...Me siento en casa.