"A menudo el sepulcro encierra, sin saberlo, dos corazones en un mismo ataúd" Alphonse Lamartine
Las nubes son pesadas.El cielo cambia.
El invierno se ha vuelto quejumbroso,
y su calor fastidia con la luz del medio día.
Las violetas perecen antes de iniciar la primavera,
mientras los zurcos de agua putrefacta alimentan sembradíos infèrtiles.
Lejos; en la ciudad, Julieta lanza una moneda al aire mientras toma una decisión. Con la mente frìa y el rostro estupefacto, al fin jala la palanca del inodoro. Con el alma un poco más vacía que antes, se aleja mientras las aguas residuales siguen su cauce a travès del río contaminado, que algún día en su transparencia reflejaba el cielo... azul.
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