"En la bandera de la libertad bordé el amor más grande de mi vida".
Federico Garcìa Lorca
Era un día soleado de octubre, la mañana parecía tan linda con sus colores refulgentes y llenos de vida. El invierno estaba a punto de llegar y un aire frio le recorrió el cuerpo, estremeció cada una de sus partículas como advirtiendo un mal presagio. La radio, siempre adecuada al momento comenzó a reproducir alguna canción de antaño, de esas que traen dulces pero nostálgicos recuerdos. Y de pronto, una imagen apareció en la pantalla, sintió un pellizco en el corazón.
Transcurrió ligero el resto del día y cuando llegó el momento de partir, se paró frente al camino que llevaba a casa y miró a su cuerpo automatizado por la rutina con cierta pesadumbre mientras su alma se alejaba en sentido contrario.
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