"La ciencia no nos ha enseñado aún si la locura es o no lo más sublime de la inteligencia". Edgar Allan Poe
Supongamos, pues, que entendemos el mundo.
Portamos el sombrero y utilizamos un catalejo,
que mira un poco más allá de mi escasa nariz.
Tú me sonríes y yo te miro con ternura entristecida,
cómo quien sabe . . . como quien SA-BE
La ansiedad se apodera de vez en vez,
y un suspiro nos atrapa.
El frío carcelero se jacta de serlo,
mientras el calabozo se abre a falta de cerrojos.
Mi orquesta interpreta para vos,
deleita tu paladar con ópera;
Un toque de dulzura que de vez en vez,
supongo, te empalaga.
El letargo se hace presente,
y la ausencia cotidiana.
Aveces, tu piel roza mis manos
y tus labios humedecen mi frente.
Yo te pago con miradas,
con sonrisas, congeladas.
Pero.. no.. basta...
No .. bas -ta...
Las estrellas titilan
y nos miran desde arriba,
como quien sabe qué pa-sa-rá. .
o.. que pa-sa-rá. .
Alguien mandó cortar nuestras cabezas,
Culpables!!! ... del crimen blanco..
cuando rojo es el predeterminado..
cuando rojo es el que te gusta
cuando rojo es el que vistes a diario ..
Y el gato nos sonríe,
con malicia e ingenuidad
nos pregunta ¿qué hay dentro de la caja?. .
Tú me miras, yo te miro..
El cristal del recipiente está roto,
y la sal persigue nuestro rastro,
mientras el guardian del tiempo nos contempla.
Acaso ¿rodarán nuestras cabezas?
La mariposa ¿aprenderá a ser gusano?
¿Podrás mortalizar mi sonrisa detenida?
y ¿refractar la luz de tus ojos en los míos?
El gato vuelve a sonreírnos..
tú me miras, yo te miro. . .
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